Si ayer, día 6 de abril, fue el “Día Mundial de la Actividad Física“, hoy 7 de abril es el "Día Mundial de la Salud". No podía dejar pasar la oportunidad de hacer algún comentario en este día tan señalado. Como ya sabéis, la salud depende de muchos factores y uno de ellos es la cantidad de actividad física que haces diaria o semanalmente. En la publicación “6 de abril: Día Mundial de la Actividad Física“, comenté los beneficios de hacer ejercicio físico. Hoy quiero hablar de la "Salud" en su terminología más amplia. Pero, ¿qué se entiende por salud?
No es fácil
definir el término salud ya que cada persona tiene una percepción y vivencia
personal de ella, dependiendo de lo que cada uno considera normal, del nivel
socioeconómico, religión, forma de vida y cultura, la cual aporta el patrón que
define la forma de estar o de ser sano. Muchas definiciones hacen referencia a
la ausencia de enfermedad como concepto de salud, como por ejemplo la de Samuel
Johnson en su Diccionario (1775), que dice que la salud "consiste en estar
robusto, ileso o carente de malestar, dolor o enfermedad". Según la O.M.S.
(Organización Mundial de la Salud), la salud se puede definir como "el
estado de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de
enfermedades".
Otras definiciones de salud son:
“El logro del más alto nivel de bienestar físico, mental y social, y de la
capacidad de funcionamiento, que permitan los factores sociales en los que vive
inmerso el individuo y la colectividad” (Piedrota et al 1992).
"Salud es el nivel de eficacia funcional o metabólica
de un organismo tanto a nivel micro (celular)
como a nivel macro (social).
En 1992 un investigador amplió la definición de la OMS, al agregar: "y en
armonía con el medio ambiente".
En
grandes rasgos, la salud puede reconocerse y analizarse desde dos perspectivas:
la de la salud física y la de la salud mental, aunque en
realidad se trata de dos aspectos relacionados entre sí (mens sana in corpore sano).
Ya sabemos lo que es la salud, pero ¿qué podemos hacer para mantenerla o mejorarla?
Adquiere un estilo de vida saludable:
El estilo de vida, es decir, el tipo de hábitos y costumbres que posee una persona, puede ser
beneficioso para la salud, o negativo. Por ejemplo, un individuo que mantiene una
alimentación equilibrada, que duerme las horas necesarias y que realiza actividades físicas de forma cotidiana
tiene mayores probabilidades de gozar de buena salud. Por el contrario, una
persona que come y bebe en exceso, que descansa mal y que fuma, corre serios
riesgos de sufrir enfermedades evitables. Por tanto lo primero que debemos hacer es analizar cuál es nuestro estilo de vida y si no es el adecuado cambiarlo. Algunos hábitos nocivos en nuestro estilo de vida pueden ser:
- Fumar (está demostrado que provoca cáncer, enfermedades pulmonares, mala oxigenación, acelera el envejecimiento celular, etc...).
- Beber alcohol: Se ha demostrado que el exceso resulta muy dañino para nuestra salud. Puede provocar cáncer de estómago, de hígado, etc.
- Alimentarse mal: Como veremos más abajo la alimentación es determinante para nuestra salud.
- Dormir poco o mal: Trasnochar demasiado y no descansar puede ser muy negativo para nuestra salud física y mental.
- El estrés: Llevar una vida muy estresante puede debilitarnos y hacernos enfermar. Reduce en la medida de lo posible las horas de trabajo y aumenta las horas de ocio. Realiza actividades al aire libre, actividades relajantes como yoga, meditación...
Realiza actividad física de forma regular:
Para
mantener la salud física y mental en óptimas
condiciones, se recomienda realizar ejercicios de forma periódica. Los beneficios de hacer actividad física son innumerables.
La falta de actividad física es uno de los motivos más frecuentes de que nuestra salud vaya a peor. Si nos fijamos un poco desde que nacemos tenemos la imperiosa necesidad de hacer algo,
gatear, caminar, correr, saltar…pero a medida que nos vamos haciendo
mayores el trabajo, las obligaciones familiares o simplemente la desgana
da paso a que cada vez vayamos disminuyendo la realización de
actividades físicas y aumenten los problemas de salud. Para esto hay
varias soluciones, pero dado que tendemos a abandonar los buenos
propósitos con mucha facilidad, una buena idea sería juntarnos con un
buen grupo de amigos y comprometernos a realizar juntos algún deporte
varios días a la semana.
En cuanto a la práctica de deporte existen muchas disciplinas que
contribuyen a que el individuo goce de una buena forma y salud. Así, se puede llevar a
cabo la práctica de la natación, el ciclismo o el footing. No obstante, es
cierto que en los últimos años las disciplinas deportivas que han experimentado
un mayor crecimiento
son aquellas que no sólo permiten mantener una buena forma física sino también
un equilibrio psíquico. Este sería el caso, por ejemplo, del yoga o de pilates.
El siguiente enlace nos lleva a la página de noticias de actualidad de este mismo blog donde están publicadas numerosas noticias de prensa sobre salud y ejercicio físico:
http://samuel-educacionfisica.blogspot.com.es/p/noticias-de-actualidad.html
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Aliméntate de forma equilibrada:
Se suele decir que somos lo que comemos, y es cierto que lo que comemos determina nuestra salud a corto, medio y largo plazo. Mantener una dieta equilibrada y saludable, con variedad de nutrientes y proteínas es fundamental para nuestra salud. Algunas pautas de
alimentación saludable son:
- Respetar un horario fijo para las comidas.
- Hacer 5 comidas diarias (desayuno-almuerzo-comida-merienda-cena).
- Hacer 5 comidas diarias (desayuno-almuerzo-comida-merienda-cena).
- Beber al menos dos litros de agua al día.
- Evitar bebidas con exceso de azúcar (refrescos).
- Evitar el exceso de alcohol (son calorías vacías y no aportan nutrientes). Un poquito de vino en las comidas se ha demostrado que es beneficioso para la salud cardiovascular. La cerveza también tiene muchas propiedades nutritivas (complejo de vitaminas B), pero siempre moderadamente y sólo en adultos.
- Tomar frutas, hortalizas y verduras a diario (tienen vitaminas y antioxidantes naturales).
- Disminuir la sal en las comidas (retienen líquidos en el organismo, aumentan la tensión arterial, puede producir cálculos renales, etc...).
- Reducir en la dieta los fritos, que tienen mucha grasa y en su lugar cocinar al vapor o a la plancha.
- Reducir el consumo de grasas saturadas como la bollería
industrial, mantequilla, carnes muy grasas, etc. Las grasas monoinsaturadas como el aceite de oliva son beneficiosas para el sistema cardiovascular.
- Hacer una menor ingesta de las llamadas comidas rápidas, como son hamburguesas, pizzas, etc., que son alimentos hipercalóricos y con un exceso de grasas.
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Ver también:
Ya tenemos las claves para mejorar nuestra salud o mantenerla en su estado óptimo. Sólo falta ponernos en marcha. ¿Qué mejor día para empezar a tomarnos en serio nuestra salud y mejorarla que en el Día Mundial de la Salud?
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1 comentario:
Te felicito por tu pagina me sirve de mucha ayuda.
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