¿Tomar el sol? Sí, pero con moderación
La razón por la que el sol esté en esta sección se debe única
y exclusivamente al abuso o exceso que
se pueda hacer de él y no al simple hecho de tomar un rato el sol. De hecho el
sol, en su justa medida, es muy beneficioso para la salud. Sería injusto
empezar esta publicación sin hablar primero de estos beneficios que tiene tomar el sol con
moderación. Los beneficios que se
conocen actualmente son muchos.
Beneficios de tomar el sol moderadamente
- Ayuda a fortalecer huesos y dientes, ya que los rayos UV ayudan a producir vitamina D en la piel, favoreciendo la mineralización de los huesos.
- Mejora el aspecto de la piel. Afecciones como el acné o la psoriasis mejoran al tomar el sol con moderación.
- Se ha observado que tomar el sol moderadamente estimula nuestro sistema inmunitario que es el encargado de contrarrestar las infecciones y enfermedades.
- Al parecer los niveles de colesterol se reducen. Existe una relación entre climas soleados y menor colesterol de la población.
- Disminuye la presión sanguínea y la tensión arterial. El sol provoca una vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales y aumenta la circulación de la sangre en la piel, disminuyendo los valores de presión arterial.
- Protege frente a diversos tipos de cáncer. Al parecer la vitamina D que producimos con el sol tiene un efecto protector frente a determinados tumores como el cáncer de mama, el de colon, ovarios, vejiga, útero, estómago y próstata.
- Favorece el estado de ánimo, mejora el estrés y disminuye la depresión. Esto se debe a que los rayos UV aumentan la producción de un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar: la serotonina, que también interviene en la regulación del sueño, la temperatura del cuerpo y la conducta sexual.
- Mejora la calidad del sueño. Los rayos UV estimulan otra hormona: la melatonina que se encarga de muchas funciones, entre ellas regular los ciclos de sueño.
- Favorece la vida sexual. Se ha demostrado que tomar el sol con moderación aumenta los niveles de testosterona en la sangre, y esta hormona es una de las responsables del apetito sexual.
- Disminuye el riesgo de padecer enfermedades como raquitismo o tuberculosis, gracias a la vitamina B que produce nuestro organismo con el sol.
- Protege frente a la esclerosis múltiple. Al parecer, la incidencia de esclerosis múltiple (EM) es mayor en los países con menos horas de sol. Parece que la exposición solar en la infancia reduce drásticamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad en el futuro.
Pero todos estos beneficios que hemos visto, quedan neutralizados si
nos excedemos en la toma de sol. Si nos pasamos de forma continuada a la hora
de tomar el sol, o no nos protegemos durante la exposición, el astro rey se puede convertir en el mayor enemigo para
nuestra salud.
¿Cuáles son los efectos negativos que puede tener el sol?
Efectos negativos del sol
Efectos negativos del sol
- Aparición de eritemas o quemaduras solares. Los responsables son los rayos UVB, que aunque no penetran tan profundamente en la piel, tienen mayor energía y producen la pigmentación duradera porque estimulan la producción de melanina a los tres días de su actuación. Son la causa más frecuente de quemaduras y producen el engrosamiento de la epidermis como defensa a la radiación solar. Los niños y personas que han pasado mucho tiempo expuestas al sol sin protección pueden sufrir síntomas graves como ampollas, inflamación cutánea, fiebre y hasta quemaduras de segundo grado, que deben ser tratadas en urgencias con medicamentos específicos.
- Envejecimiento prematuro de la piel. El 90% de los síntomas de envejecimiento están producidos por el sol. Los rayos UVA penetran hasta la dermis y son los responsables de la pigmentación rápida y pasajera al oscurecer la melanina en unas horas. Sin embargo sus efectos son acumulativos y en exceso son los responsables del envejecimiento prematuro, provocado por el deterioro del colágeno y de la elastina que lleva a la aparición de manchas, arrugas y flacidez en la piel.
- Disminución del sistema inmunitario. Si tomar el sol con moderación aumenta nuestro sistema inmunitario el exceso provoca lo contrario. Un exceso de radiación solar puede alterar la función de los glóbulos blancos y debilitar el sistema de defensas.
- Ceguera total o parcial. La exposición prolongada al sol provoca daño ocular y puede aumentar hasta cuatro veces la probabilidad de desarrollar cataratas, la mayor causa de ceguera en el mundo. Normalmente la lente del ojo es transparente, pero cuando la luz solar puede dañar la retina, la lente se vuelve opaca para evitar la entrada de luz y se desarrolla una catarata. Evitarlo es tan sencillo como llevar gafas con filtros solares adecuados, especialmente cuando haces deporte al aire libre.
- Desarrollo de alergias al sol. Un 20% de la población desarrolla alergia al sol en algún momento de la vida que se manifiesta con manchas rojas, picores y erupciones en la piel.
- Aparición de tumores en la piel (melanomas). Los rayos UV son capaces de llegar hasta el ADN del núcleo celular y provocar mutaciones o cambios. La mayoría de las células dañadas por el sol son reparadas pero algunas de estas células dañadas permanecen en la piel y con el tiempo pueden convertirse en células cancerosas. Examina tu piel y observa periódicamente los lunares y manchas, sin olvidarte de la espalda y la parte posterior de tu cuerpo. Cualquier cambio en la forma, color o tamaño ha de ser revisado por un dermatólogo. En la aparición de cáncer de piel influyen varios factores: exposiciones repetidas y quemaduras solares (cáncer en zonas sobreexpuestas al sol), fototipo de piel (mayor incidencia en personas de piel y ojos claros con dificultad para broncearse), genética (antecedentes familiares de melanoma) y la edad (mayor riesgo a partir de los 40 años). Las quemaduras solares en la infancia aumentan el riesgo de tener cáncer de piel en la edad adulto.
Una vez que conocemos los beneficios de tomar el sol con
moderación y los perjuicios de tomarlo en exceso y sin precaución, expondré una
serie de consejos a tener en cuenta cuando vayamos a tomar el sol:
Consejos antes, durante y después de tomar el sol
- En contra de lo que se suele hacer, el objetivo no debería ser el bronceado a toda costa. De hecho el bronceado es un mecanismo de defensa que utiliza nuestra piel para evitar daños mayores. En cualquier caso exponerse progresivamente al sol y evitar las quemaduras. Como norma general, tomar 10 minutos más de sol cada día hasta un máximo de 2 horas.
- Estar ya bronceado/a no te protege. El bronceado en sí mismo es ya una agresión ante la que ha reaccionado tu sistema protector natural (la melanina) y además, el moreno no es suficiente. Debes seguir usando protector solar y dosificar el tiempo de exposición.
- No espere a que la piel enrojezca para suspender la toma de sol, esto es síntoma de quemadura y daño en la piel.
- Use siempre filtro solar, incluso en días nublados (el 65% de las radiaciones atraviesan las nubes).
- Acostúmbrate a utilizar un foto-protector (protector solar) con un FPS (factor de protección solar) de no menos de 15 (FPS15). Cuanto más clara es la piel mayor debe ser el factor de protección.
- Aplicar el protector solar entre 1/2 y 1 hora antes de la exposición. Es aconsejable extender el fotoprotector con generosidad (una capa fina de 1 mm es correcto) y de forma uniforme, sobre toda la superficie del cuerpo (sin olvidar las orejas, la nariz, el cuello, el escote y los empeines en los pies) sobre la piel completamente seca.
- En el caso de manchas cutáneas o tendencia a que aparezcan, es mejor utilizar algún producto con efecto pantalla total.
- Reaplicar cada 2 horas y después de bañarse o sudar.
- Utilizar un protector solar no debe ser la excusa para aumentar el tiempo de exposición.
- Las condiciones ambientales (fundamentalmente la luz y el calor) pueden alterar el producto; evite adquirir productos sometidos a condiciones ambientales extremas (por ejemplo, los que están expuestos a la intemperie). Una vez abierto, el fotoprotector se debe consumir en la misma temporada.
- Evita la exposición solar directa en el periodo comprendido entre las 12 y las 4 de la tarde donde los rayos son más perpendiculares.
- No te pases todo el día tumbado, date paseos, báñate y pasa ratos a la sombra.
- Considerar que con la altura (altura respecto del mar) aumenta la intensidad de la radiación y que a menor latitud, mayor irradiación.
- Las radiaciones solares son más penetrantes de lo que piensas. Por ejemplo, si te pones una camiseta, pero estás bajo el sol más de 2 horas seguidas sin haberte dado protector solar, al final las radiaciones traspasan el tejido y llegan hasta tu piel.
- Protege siempre tus ojos con gafas de sol, deben ser gafas de óptica.
- Beber mucha agua o bebidas isotónicas.
- Especial cuidado con los niños que son más susceptibles a las quemaduras. Hay productos especiales para ellos. Como norma general no exponer a los bebés y niños menores de tres años directamente al sol. Su piel es más fina e inmadura que la de los adultos y el riesgo de efectos negativos del sol es mayor (quemaduras, golpes de calor, insolaciones...).
- Tras tomar el sol, utiliza alguna loción para después del sol (tipo aloe vera), refresca tu piel con agua más fría que caliente y no utilices jabón ni otro producto químico hasta que tu piel haya descansado.
Vigila tu piel para prevenir
Los efectos nocivos del sol se acumulan año tras año. La piel
tiene “efecto memoria”. Examina tu superficie corporal de forma periódica, una
vez al año. Debes revisar bien tu cuerpo y estar pendiente del estado de
las pecas, machas y lunares de tu cuerpo. Los melanomas suelen presentar
4 aspectos:
A: Asimetría. Presenta mitades de diferente forma.
B: Bordes. Irregulares
C: Color. Presenta zonas de diferente color con sombras marrones o negras y a veces en rojo, blanco o azulado.
D: Diámetro. Los tumores cutáneos malignos suelen tener un diámetro mayor de 6 mm.
A: Asimetría. Presenta mitades de diferente forma.
B: Bordes. Irregulares
C: Color. Presenta zonas de diferente color con sombras marrones o negras y a veces en rojo, blanco o azulado.
D: Diámetro. Los tumores cutáneos malignos suelen tener un diámetro mayor de 6 mm.
Si notas cualquiera de estos síntomas o crees
que la lesión ha cambiado de tamaño, forma o color, o está sangrante y no se
cura, no dudes en acudir a tu dermatólogo.
La siguiente infografía que nos ofrece Sanitas acerca de este tema te puede resultar muy útil:
El tipo de piel también juega un papel importante en cuanto a la
protección y los daños que el sol puede hacer sobre ella.
Si te interesa el tema sobre los tipos de piel que hay
y la protección más adecuada para cada tipo de piel, pinchar sobre el enlace http://www.dietin.es/2013/06/bronceado-y-cuidados-para-cada-tipo-de.html
No
quiero terminar sin comentar la importancia que tiene para nuestra piel una adecuada
alimentación. En la
página de este mismo blog “Nutrición y Salud” hablo sobre los “alimentos que protegen la piel del sol”. Sobre
todo tomar alimentos que potencian
el bronceado y protegen la piel: alimentos
ricos en vitamina B, zumos de frutas y verduras con alto contenido en
betacaroteno y antioxidantes (verduras naranjas y rojas y de hojas verdes), que
ayudan a producir melanina y actúan, a su vez, reduciendo el eritema inducido
por las radiaciones ultravioleta (UV).
No te pierdas los siguientes videos:
Para profundizar más en el tema sigue los siguientes enlaces: